Si pudiera en el carro de la aurora elevarme
allí me embriagaría en la fuente de mis deseos
mas allá talvez, de la curva celeste de mis anhelos
para soñar… ¿Qué tanto me dicen tus ojos?
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Cuando en otoño los árboles desprenden sus hojas
y el viento va arrastrándolas hacia el valle
así es; como esas hojas caídas, quisiera ser
para ser cogido por tus generosas manos.
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Ese bien ideal que inspiran las bellas almas
al que no se nombran… aquí en esta tierra en ignorancia...
de que existe todo lo bello
en ese raudal inmenso, en crisoles de bondad .
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Vago sin fin... en mis ansias de adorar tu belleza
entregar ese beso apasionado, que jamás he dado
soñar en tu pecho, mis dulces sueños
para no dejar jamás… arrancar mis anhelos.
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Fruto de mi árbol prohibido
manzana excitante de rojo color
ven a mis labios, que de ti quiero beber
el néctar de ese amor, que mi deseo te implora.
en este soñar de una…” Noche de Otoño"
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SACARIAS
