cuando encarnado en tu vientre
estadía de mi alma en espera
de ver esa luz despertando a mi vida.
-*-
Calma en regocijo nos trae la tarde
estrellas nos iluminan la noche
es así como nos trae la madre
esa ternura de amor inconfundible.
-+
Ya en mi adultez Ceñido a un pelo muy blanco
a mis recuerdos mis ojos se humedecen
sintiendo ser un niño, de sólo pensar en ti.
-*-
En el silencio de tu descanso Mi voz…pregunta:
¿Estás ahí madre mía? Mas no escucho tu respuesta…
¡O es que ya no existes¡
del frío mármol una voz me dijo:
“Jamás la madre muere”
te vigila triste... y así dice:
hijo mío: “Aquí me tienes.”
-*-
SACARIAS
1 comentario:
Precioso, una belleza de poema amigo.
He entrado a tu blog y entro en un mundo precioso de poesia.
Un saludo con cariño para ti.
Ana.
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